Estas son 55 situaciones en las que el sexto sentido salvó vidas

Nieve, aliado y enemigo

Una pareja se encontraba en la carretera, rumbo a visitar montañas de nieve para poder esquiar. Aunque esperaban tener un viaje divertido, terminó siendo un alivio haberse salvado. Cuando iban conduciendo, sintieron que había que parar por alguna extraña razón.

Menos mal que lo hicieron, pues de haber seguido, el suelo los habría enviado directamente contra un árbol, ya que la nieve habría hecho que el motor se apagara antes de que pudieran darse cuenta. Al final, el viaje resultó todo un éxito, aunque helado.

Cuando sientes que alguien te mira

Esa sensación de que te observan fijamente, a veces es una señal del destino, o del sexto sentido. Como es el caso de esta chica, que caminaba por un sendero y empezó a notar una extraña sensación de estar siendo observada.

Sin embargo, no había nadie más en la zona y le pareció extraño. Decidió dar vuelta atrás y ponerse rumbo a casa. Cuando llegó y miró las noticias, resulta que un puma estaba cazando en esa zona. Fue un alivio haberse ido a tiempo.

Es importante mantenerse seguros en la carretera

Dos personas se encontraban viajando en moto por una carretera, mientras conversaban animadamente. De repente, se situó delante un camión que transportaba neumáticos, y que parecía un poco inestable. La persona que llevaba el control del coche tuvo un presentimiento.

Fue entonces cuando redujo la velocidad del vehículo para poder quedar con distancia del camión. Y justo unos minutos más tarde, algunos neumáticos comenzaron a caer en el lugar donde habrían estado ambos, de no haberse retirado. Hay que hacerles caso a esas señales.

No fue la mejor de las fiestas

Un grupo de amigos se propuso ir a una fiesta en la casa de un conocido. Cuando estos llegaron al lugar del acontecimiento, notaron que no había un ambiente movido desde afuera y solo algunas luces. Algo parecía no andar del todo bien.

En ese momento, algo les hizo sentir que no debían estar en aquel lugar sombrío, así que volvieron a sus casas. Al día siguiente supieron de un compañero que sí fue al que habían amenazado y robado en la supuesta fiesta, que era una trampa.

Mejor siempre juntos

Un chico se encontraba en un día normal de su rutina cotidiana, en lo que su grupo de amigos le sugirió que se uniera al plan de ir de acampe un fin de semana, por el Día de los Caídos.

Supo en ese instante que no debía asistir, por mucho que quisiera. Y menos mal, porque lo que terminó sucediendo es que un hombre que se encontraba bajo los efectos del alcohol chocó contra el coche en el que iban todos sus amigos.

Dotes especiales

Los presentimientos pueden ocurrir incluso siendo pequeños. A esta chica, a sus 6 años de edad, le dio por llorar justo en el momento de emprender un viaje familiar. Se negó a ir con su madre, y decidió ir en el coche de su hermana.

Durante el trayecto en la carretera, el coche de su madre se estrelló, y aunque no pasó nada grave, la chica entendió años más tarde que esto había sido obra de su sexto sentido protegiéndola de la adversidad. ¡Qué alivio!

No subas a esa furgoneta

Un día habitual en el colegio, un grupo de niños de 8 años se encontraba en el descanso, jugando en el patio. De la nada, llegó una furgoneta blanca a quedarse estática sin sentido. Uno de los niños notó una energía extraña.

Aunque no entendía lo que estaba pasando, este decidió dirigirse adentro y no salir más, y sus amigos le siguieron el juego. Posteriormente se enteraron que aquello se trataba de un acto criminal por parte del conductor del vehículo, que buscaba niños.

Nieve, aliado y enemigo

Una pareja se encontraba en la carretera, rumbo a visitar montañas de nieve para poder esquiar. Aunque esperaban tener un viaje divertido, terminó siendo un alivio haberse salvado. Cuando iban conduciendo, sintieron que había que parar por alguna extraña razón.

Menos mal que lo hicieron, pues de haber seguido, el suelo los habría enviado directamente contra un árbol, ya que la nieve habría hecho que el motor se apagara antes de que pudieran darse cuenta. Al final, el viaje resultó todo un éxito, aunque helado.

Cupido se queda sin flechas

A veces el amor juega malas pasadas, y a veces hay quienes ven el amor como un juego, pues este chico vivió una experiencia un tanto confusa. Estuvo saliendo con una mujer, la cual tenía dos hijos de otro hombre, del que se estaba divorciando.

Al cabo de unos meses, la relación terminó porque él no se sentía cómodo. Fue así como ella, en tan solo 6 meses más, conoció a otro hombre con el que se casó, quedó embarazada nuevamente y se divorciaron mientras de nuevo salía con otro..

La música advierte

Una chica que semanalmente asistía a sus clases de violín, comenzó a sentirse muy mal cuando iba a aprender sus lecciones. Su profesor no era del agrado, incluso aunque este no le había dado motivos para tenerle ese rechazo.

Pasaron los días y ella seguía sintiendo que algo no iba bien, así que decidió no continuar asistiendo. Al explicarle a sus padres e investigar junto a ellos, supieron que el profesor tenía un récord criminal con alumnos que, ella de alguna manera supo.

El perro helado

Una mujer que vivía con compañeros de piso y su perra, se encontraba durmiendo plácidamente, en una noche tormentosa de invierno. A las dos de la mañana se despertó exaltada, pensando en su perra. Sus compañeros solían sacarla de paseo pero se olvidaban de ella.

Esta vez no fue la excepción, pues salió corriendo a buscarla y, efectivamente esta se encontraba cubierta de nieve y casi sin respiración. Pudo haber pasado mínimo cinco horas fuera. Poco después de ese episodio, ella y su perro se mudaron lejos.

Piedra por coche

Una chica y su padre se encontraban rumbo a una aventura en el bosque, así que emprendieron su viaje por una carretera de terreno montañoso. Ella tuvo el presentimiento de que algo que estaba pasando era extraño y le pidió al padre salir del coche.

El padre, sorprendido, le hizo caso y salieron para entrar a una cafetería. Cuando volvieron, en lugar del coche, había una piedra gigante aplastándolo. Definitivamente una situación para no ignorar y que seguramente ninguno de los dos olvidará.

Más vale prevenir que curar

Una mujer salió a la calle una tarde, cuando mientras caminaba sintió la necesidad de sacar su billetera y teléfono del bolso. No entendía por qué, si siempre lo llevaba allí. Fue entonces cuando, pasados unos segundos, un hombre vestido de negro se le acercó.

El hombre la asaltó y le arrancó el bolso, y como ella había sacado sus pertenencias más importantes previamente, lo que él consiguió llevarse no fueron más que pastillas y un envase de jugo. Terminó siendo una anécdota un tanto graciosa.

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